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Tarta de albahaca con limón y lima

Tarta de albahaca con limón y lima

Mi jardín, está siendo mi inspiración 2020, de verdad que me siento muy feliz cuando salgo y veo como evoluciona poco a poco, es mi Musa. En mi jardín encuentro el olor que me inspira para hacer una receta y vestirla de naturaleza como en este caso esta exquisita y refrescante Tarta de albahaca con limón y lima.

El limón y la albahaca son definitivamente los reyes de la primavera y el verano, dos sabores refrescantes y cargados de maravillosos beneficios vitamínicos para nuestro organismo.

Este tipo de postres son relativamente fáciles de hacer y perfectos para hacer un picnic, para una ¡hola café! o simplemente para parar el tiempo y convertir cualquier momento en reconfortante.

El sabor dulce juega con ventaja sobre los demás sabores porque es capaz de estimular como ningún otro los centros cerebrales del placer y esta deliciosa tarta lo hace.

Te invito a que cultives una actitud agradecida y te hagas consciente de lo positivo en la vida. Intenta prestar más atención para que puedas ser capaz de identificar y apreciar, de modo consciente, todos los detalles por los que puedes expresar gratitud o simplemente inspirarte. Conecta con la abundancia de tu vida, la de las cosas más simples.

Ingredientes para la masa:

180 g de harina de repostería
100 g de almendra molida
70 g de mantequilla o margarina
110 g de azúcar
Una pizca de sal
2 yemas de huevo talla L
30 g de crème fraîche
8 g de sesamo tostado
*Yo siempre hago el doble de cantidad para no quedarme corta en el forrado de la base y si me sobra, puedo hacer cualquier otra tartita salada por ejemplo.

Ingredientes para el relleno:

800 ml de zumo de limón y lima recién exprimidos, unos 7 limones y 3 limas
La ralladura de los mismos limones y las limas
20 hojas de albahaca grandes
2 huevos talla L
300 g de azúcar blanco
60 g de mantequilla sin sal
8 hojas de gelatina

Para decorar:

Moras en diferentes estadios de maduración o frutos rojos, flores y hojas de albahaca.

Elaboración de la masa:

En el recipiente de la Kitchenaid5KHM511OEWH, incorpora la harina junto con la almendra molida y la sal, mezcla con la pala ligeramente para integrar los ingredientes secos.

Añade la mantequilla cortada en cuadraditos y con la misma pala, mezcla a la velocidad más baja también con la pala, hasta que se integre toda la mezcla.

Incorpora el azúcar, las yemas y vuelve a mezclar hasta integrar completamente. Por último añade la crème fraîche y el sésamo tostado, vuelve a mezclar.

Pasamos la masa a una superficie de trabajo fría y manejamos la masa, realizando una técnica que se llama fraisage: apoyando el “talón” de la mano sobre la masa y desliza hacia delante poco a poco la masa, de modo que se vaya amalgamando, pero… y muy importante, sin obtener un resultado elástico.

Una vez que sea homogénea introduce la masa entre film transparente que la cubra tanto por arriba como por abajo, pon unas tablillas medidoras a los laterales con un grosor de 5/8 cm y estira la masa con un rodillo tipo Joseph and Joseph dentro del film transparente, es importante que su ancho de la masa, sea más ancho que nuestro molde, e introduce en el congelador durante 1 hora aproximadamente. esta técnica se hace para una mejor manipulación de la masa y para su posterior colocación sobre el molde.

Después del enfriado, abres el film por una cara y volteas la masa a modo de tortilla posas la masa sobre el molde, en este caso yo he utilizado el molde de Kitche Craft Master Class – molde rectangular antiadherente ondulado con una medida de 36 x 13 cm, vas posando la masa suavemete y una vez la tengas asentada retiras el film de arriba y comienzas a darle forma, sin presionar mucho, lo justo para que se asiente y no la deformes. Corta el sobrante de la masa y también le das forma por los bordes y por arriba, como tiene textura arenosa, puedes ayudarte de mantequilla para que sea más fácil su modelado.

Terminado el modelaje de la masa, estará muy blanda, lo ideal es enfriarla, introdúcela en el frigorífico alrededor de unos 15- 30 minutos cubierta previamente con film transparente para que no se reseque.

Horneando la base de la tarta:

Precalienta el horno a 175º C con calor arriba y abajo unos 20 minutos antes de hornear la masa.

Saca el molde junto con la masa del frío.

Cubre la masa con papel de hornear dándole la forma del molde y vuelca encima, en mi caso, bolitas de cerámica reutilizables de cerámica natural o legumbres (de este modo evitarás que la masa se hinche). Introduce en el horno a media altura durante 20 minutos aproximadamente y para que no se te tueste mucho por arriba cubre con papel de horno.

Transcurrido este tiempo saca la base de la tarta del horno, retira las bolitas o legumbres y el papel, pincela con clara de huevo la base de la tarta y vuelve a introducirla durante 15 o 20 minutos más, si ves, que la base no aún está cruda, métela en horno inferior durante 5/8 minutos, siempre con la parte de arriba cubierta para que adquiera sólo un bonito color dorado sin llegar a tostarse.

Es importante que pinceles con la clara de huevo, tras retirar el peso, para que en la masa forme una película antihumedad y evite que por el relleno pase a la masa y la reblandezca.

Cuando estés segura de la finalización del horneado, saca y deja enfriar completamente dentro del molde.

Preparando el relleno:

Llena un bol de agua muy fría e introduce las hojas de gelatina dentro para que vayan hidratándose.

Funde la mantequilla y reserva.

Lava muy bien los limones y las limas, seca y rállalos con cuidado de no llegar a la parte blanca. Reserva.

En el accesorio picador de la batidora manual (la que yo utilizo es una SMEG HBF02CREU con espíritu retro y muy práctica) trituramos las hojas de albahaca junto con el azúcar. Reserva.

Exprime los limones y las limas, vierte el zumo de los mismos en un cazo mediano. Incorpora las yemas junto con la mezcla de albahaca y el azúcar, las ralladuras y la mantequilla, coloca a calor medio/alto sin dejar de remover con unas varillas metálicas, de este modo evitarás que se adhiera al fondo del cazo y se formen grumos , hasta que la mezcla alcance los 83º C, para ello ayúdate de un termómetro digital yo utilizo un Coolapa y va fenomenal. Es importante que la mezcla no llegue a ebullición, de lo contrario la gelatina perderá su efecto gelificante.

Retira del calor y, sin dejar de remover, añade las hojas de gelatina hidratadas (recuerda que según la marca que escojas de gelatina, tendrás que hacerlo de la forma indicada en las instrucciones y añadir más o menos hojas). Mezcla muy bien hasta homogeneizar por completo, deja reposar la mezcla unos de 20 minutos aproximadamente. Muy importante espera a que comience a cuajar ligeramente para evitar que no humedezca la base de la tarta, es preferible que se cuaje un poco y le des un golpe con la batidora y la varilla a que esté líquida.

Vierte sobre la base e introduce en el frigorífico. Deja que solidifique por completo.

Puedes hasta congelarla una vez sodidificada y previamente cubierta con papel film.

La decoración, a tu elección pero con unas moras, unas frambuesas o ambas, definitivamente exquisita y si además añades unas hojitas de albahaca ya es un plus.

¡A disfrutar!

 

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