Hoy te traigo una versión de carrot cake, diferente pero increiblemente sorprendente y ¡saludable!.
La zanahoria se usa en pasteles desde la Edad Media por su dulzor, como sustituto del azúcar y aumentó su consumo sobretodo en el Reino Unido tras la Segunda Guerra Mundial. Podemos considerarlo como un pastel viajero, pues migró a EEUU, donde actualmente es un postre habitual.
Y el jengibre, un proverbio indio dice que «Todo lo bueno se encuentra en el Jengibre». Y tiene razón, averigua cómo puedes introducirlo en tu dieta.
Te puedo asegurar que los ingredientes que te propongo en esta receta no pasarán desapercibidos.
Ingredientes:
2 tazas de harina para todo uso
2 cucharaditas de levadura en polvo
2 cucharaditas de bicarbonato de sodio
2 cucharaditas de canela molida
Una pizca de sal
3 tazas de puré de zanahorias
1 taza de nueces picadas gruesas
½ taza de arándanos secos
20 g de jengibre cristalizado picado
2 tazas de azúcar
1 taza de aceite de girasol
4 huevos talla L
Decoración:
Jengibre cristalizado picado en trocitos gruesos, casi en polvo y bañar el bizcocho con el almíbar restante de haber realizado la confitura del jengibre.
Modo de hacerlo:
En primer lugar comienza ha realizar el puré de zanahorias, en mi caso utilizo la Thermomix, ¿cómo proceder?: vierte en el vaso las zanahorias, medidas previamente por taza (medida americana) y trocea durante 8 segundos.
Echa 200 g de agua y programa 20 minutos, temperatura 200º C, velocidad 1. Cuando termine el tiempo y antes de triturar escurre todo el agua que pueda quedar , debe quedar espeso, no una crema y posteriormente tritura.
Reserva.
Precalentar el horno a 180º
Mezcla el aceite de girasol con el azúcar, también en la Thermomix, cuando consigas una textura cremosa, incorpora las yemas una a una sin dejar de batir y la zanahoria hecha que hemos reservado anteriormente. Reserva.
En otro recipiente bate las claras, para batirlas y poder hacer todo el trabajo a la vez, puedes utilizar otro robot de cocina, en mi caso la Kitchenaid. Una vez montadas las claras, añade 1/4 de la totalidad a la mezcla anterior y de forma envolvente mezcla de abajo hacia arriba todo el compuesto, continua añadiendo poco a poco el resto de las claras de la misma forma y por último incorpora el resto de los ingredientes; harina, bicarbonato, levadura química, canela, todos previamente tamizados. Por ejemplo puedes añadirlo en tandas de tres y volver a mezclarlo de forma envolvente con la crema anterior.
Tienes que obtener una masa homogénea y sin grumos.
Añade en el último momento los arándanos, el jengibre troceado y las nueces picadas gruesas, para que no se bajen al fondo del recipiente.
Viértela en un molde previamente engrasado y hornea durante 45 minutos a 180º C.
Desmolda y deja se enfríe a temperatura ambiente.
A continuación glasea el bizcocho con el almíbar obtenido de la confitura del jengibre cuando esté caliente (si no es imposible, pues se convierte en un caramelo denso) y posteriormente agrega el jengibre cristalizado picado (picadora) en trocitos muy pequeños, casi polvo.
¡A disfrutar!