Principio esencial para realizar esta receta de leche de almendras y Sfenj.
Consumir alimentos maravillosos en las combinaciones más deliciosas nos permite aumentar las posibilidades de disfrutar de un futuro saludable.
Paso a dos.
Sucumbo al sabor de la historia y la cultura que nos proporcionan los dulces y bebidas del mundo islámico, judío y cristiano.
La leche de almendras o bebida de almendras con canela que hoy te propongo, es un alimento bajo en calorías y con gran cantidad de nutrientes que se elabora desde la Edad Media.
Se obtiene a partir de la molienda de este fruto seco mezclada con agua. La puedes tomar si eres intolerante a la lactosa o celiaco, ya que tampoco contiene gluten.
Continúo el camino entre culturas e historia con el Sfenj, con este estupendo postre, vamos desde Casablanca a Alejandría (procedente de la palabra árabe isfenj, que significa esponja) se trata de un dulce en forma de rosquilla, muy típico de las cocinas marroquí, argelina y tunecina; también es llamado sfog, el buñuelo del Januká de los judíos del Magreb, para mi y seguro que para ti, es conocida como berlina.
En todos los casos y en todos los países es el principio de un ciclo.
Ingredientes para la leche de almendras:
200 g de almendras crudas peladas
500 ml de agua
1 l de leche (la que se desee utilizar)
200 g de azúcar
100ml de agua de azahar
4 ramitas de canela
Canela en polvo
Elaboración de la leche de almendras:
Vierte el agua y la leche en un bowl y pon las almendras en remojo durante 1 hora. A continuación pasa el conjunto al vaso de la batidora añade el azúcar y el agua de azahar y agita. Debes conseguir una bebida de textura suave y homogénea. Guárdala en el frigorífico (lo ideal es tomarla muy fría y decorarla con canela en polvo y una ramita).
Ingredientes para los Sfenj o buñuelos marroquies:
380 gde harina
1 cucharadita de levadura química
1/2 cucharadita de sal
1 cucharadita de azúcar y un poco más para la decoración
250 ml de agua tibia
aceite de oliva de sabor suave
Elaboración de los Sfenj:
Mezcla en un bowl la harina, la levadura, la sal y el azúcar: haz un hueco en el centro para echar el agua en su interior y amasa hasta conseguir una pasta elástica y sin grumos. deja que repose 15 minutos a temperatura ambiente. Mójate las manos con aceite y haz bolas con la masa dales forma de rosquilla y fríelas por ambas caras en tandas pequeñas(si pones demasiadas se pegarán entre ellas). Escúrrelas bien sobre un papel de cocina y, aún calientes espolvoréalas de azúcar.